Lo que en otros tiempos fue el maravilloso y omnipresente Macromedia Flash es ahora un Adobe Flash en horas bajas. Steve Jobs le pintó la cruz hace ya unos años eliminando el soporte para Flash de los dispositivos Apple (no sin razón, ya que Flash es un consumidor compulsivo de recursos y por lo tanto batería) y desde entonces la industria se ha desarrollado buscando alternativas más eficientes y abiertas que permitan desterrar a Flash del panorama tecnológico.
Una de las funcionalidades más extendidas de Flash a día de hoy siguen siendo los reproductores multimedia online. Aunque ya hay un buen repertorio de alternativas basadas en el estándar HTML5, el parque de reproductores Flash sigue siendo muy amplio, o lo seguía siendo hasta que Youtube ha cambiado las tornas. El anuncio de la web con mayor cantidad de reproducciones de video online del planeta sobre su decisión de dejar de usar Flash hunde un poco más a esta tecnología, que por otra parte fue muy útil para ciertas tareas cuando no existían alternativas tecnológicamente viables.
A día de hoy, no se habla de si Flash desaparecerá o no, sino de cuándo lo hará. Los dispositivos móviles lo agradecerán, y si ayuda a que HTML5 se extienda y se convierta en el verdadero estandar web nos habrá prestado un último servicio de agradecer.