En los últimos tiempos aplicaciones como Line o Telegram parecían empezar a plantar cara de forma seria al omnipresente Whatsapp. Por supuesto tienen mucho terreno que recuperar, pero ya se empezaban a oir algunas voces qe auguraban el fín de la era Whatsapp. Y entonces ¡Facebook lo compró!
La cifra da vértigo, y no está muy claro que el coste de adqusición se corresponda con el valor real, pero lo que está claro es que para gastarse 16.000 millones de dólares en algo hay que tener muy claro lo que se quiere hacer con ello. Y si el que se los gasta es una empresa, además hay que tener muy claro cómo lo que has comprado te va a hacer recuperar la inversión con beneficios. El tiempo dirá.